Hola familia.
Antes de nada deciros que este ""truco"" me lo comento un día el joyero del barrio con el que teníamos confianza y desde entonces lo he puesto en práctica por que las joyerías te cobran por la limpieza de las joyas.
Lo que os voy a explicar vale para plata, oro e incluso piezas de oro con brillantes o adornos. Si la pieza es delicada con tener un poco más de cuidado bastará.
NECESITAMOS:
-. Un cepillo de dientes viejo.
-. Pasta de dientes.
(Yo compré en el chino una pasta de dientes y un cepillo que tengo solo para esto).
Cogemos las piezas que queremos limpiar, Ya que como sabéis los perfumes, el sudor y el paso del tiempo las van ensuciando.
En mi caso unos pendientes de oro y un colgante de plata.
Sin mojar el cepillo echamos un poco de pasta y frotamos las piezas.
Notareis que los restos de la pasta de dientes se va tornando grisaceas de la suciedad.
Cuando ya hemos terminado de cepillar nuestras joyas es hora de aclararlas con agua tibia. Si es necesario lo haremos pasando el cepillo por si se ha quedado algo de pasta de dientes en algún lugar difícil.
Después secamos y a volver a usarlas.
¿A que es sencillo?
Según mi hijo es mágico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario